Durante el curso de masaje Deep Tissue los alumnos toman conciencia de lo eficaz y preciso que resulta utilizar el codo.
Al principio hay mucha inseguridad por temor a generar algún daño. Trabajar con el codo puede sentirse, en sus comienzos, como un bisturí sin control. Por ese motivo, las primeras clases son sobre superficies de mayor tolerancia. A medida que avanza la formación, las superficies requerirán de mayor precisión.
Cada uno de nosotros tiene un codo único para ser utilizado durante las sesiones de un masaje de Tejido Profundo. Algunos son puntiagudos, otros redondeados, los hay de mayor superficie, etc. Son únicos como nuestra huella digital. Lo que realmente marca la diferencia en la sensación de profundidad, es el ángulo en el que ubicamos el antebrazo y el reemplazo de la tensión que produce la fuerza frente a la relajación que proporciona el uso del peso.
Si colocamos el antebrazo a 90º podremos realizar estiramientos por encima y a lo largo del músculo. También podemos realizar un reconocimiento de la superficie y la sensibilidad del tejido. Es recomendable utilizarlo de esta manera en un primer contacto cuando no tenemos información previa sobre el área de trabajo.
A medida que estos estiramientos van exponiendo las realidades más profundas, podemos comenzar a trabajar con ángulos más reducidos. Un codo más expuesto trabaja efectivamente en el estiramiento de tendones y en zonas que precisan mayor precisión. La mayor profundidad se ejercerá cuando podamos tocar nuestro hombro con la mano. Esto acontece en muy pocas oportunidades. Con el tiempo lograrás trabajar en maniobras de marcha atrás para llegar de manera más profunda a una misma superficie.
Para brindar un buen masaje de Deep Tissue debemos utilizar muy poco aceite. Sólo utilizaremos lo necesario para no quemar la piel con la fricción del movimiento lento de avance. Los movimientos de avance se generan ladeando el antebrazo para abrirnos camino adaptándonos a las variables que presenta del tejido.
El uso del peso es fundamental para acompañar el ritmo de apertura que brinda la profundidad no invasiva de esta técnica.
La adecuada postura del cuerpo es imprescindible para tener firmeza y precisión. También es necesaria para protegernos de las lesiones .
Brindar un masaje de Tejido Profundo se transforma en una meditación activa cuando confiamos en la percepción que nos da la experiencia.
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